Desde siempre, los tatuajes corporales han sido una forma de modificar nuestra apariencia ante nosotros mismos o hacia los demás de una forma permanente. Con el paso del tiempo una gran parte de nosotros puede lamentar su decisión y optar por eliminarlo.

Lo que en su momento parecía una buena idea, con el tiempo puede causarnos problemas con el paso de los años. Un tatuaje no deseado puede provocar problemas psicológicos y causar dificultades en nuestro entorno social y laboral.

Algunas organizaciones  estatales como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no permiten a sus aspirantes llevar tatuajes para ingresar en los mismos. Las empresas privadas, tales como líneas aéreas y algunos grandes almacenes también limitan el acceso laboral a personas tatuadas.

La tecnología actual nos ofrece el poder eliminar tatuajes o micropigmentaciones de manera rápida, segura y efectiva mediante diversos métodos, los más destacados por su resultado son el láser y el Remover.